A pesar de que tengo varios amigos divorciados y hoy en día la ruptura de parejas está a la orden del día, cuando recibo la noticia de otra separación me pone muy muy triste, personas que iniciaron un proyecto de vida juntos, con amor, encuentran que ya no obtienen de su pareja lo que en un principio habían buscado. Hace muy poco me he enterado de que otra pareja cercana se rompe. Los por qués, las versiones, las posturas, las empatias, miedos, incertidumbre por los niños..
Es la necesidad de verbalizar esa angustia que todos sentimos la que llena las conversaciones de estos últimos días. He vivido de cerca varios casos, por suerte los niños han salido airosos, creo que gracias al esfuerzo que hacen los padres en normalizar la situación. En principio, creo que es una situación donde todas las partes pierden algo, seguramente ganen también, pero para mi es difícil verlo, al menos por ahora. Me consuelo en el abrazo de otras tantas parejas que conozco, que duran y perduran, que pasan buenos y malos momentos.. y siguen ahí, demostrándome que eso también pasa, que hay amores para toda la vida, que la situación cambia y ellos se adaptan juntos, que siguen compartiendo pequeñas cosas, que se alientan y alimentan el uno al otro aunque la chispa del principio se haya convertido en otra cosa. No quiero decir con esto que si la pareja está mal y ya no son felices hay que aguantar, ni por los niños ni por nada... pero que bonita es la otra cara de la moneda
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